miércoles, 13 de septiembre de 2017

¡QUÉ HACER CON LA IMPOTENCIA!

Algo muy malo está sucediendo, entre nosotros, en nuestro amado país. Porque, desde hace unas décadas, se ha perdido el interés por el auto respeto, ese que te llena de orgullo de uno mismo al ver la tarea bien realizada, el deseo de hacer las cosas bien por el prestigio, que sobreviene al pago de un servicio bien dado, eso: murió.
Hoy, contratas un arquitecto y te destroza la casa, un carpintero y te deja sin muebles, un pintor y te arruina las paredes, un electricista y te quedas sin luz, y podría seguir hasta terminar con cada rubro. Eso sí, para cobrarte te exigen y te asaltan. Y ahí se queda uno, inmerso en la impotencia que invade cada célula del cuerpo, con síntomas que van desde ataques de pánico al llanto y la violencia interior, sin saber qué cornete hacer con eso, eso que te sucede y estropea tu salud y "eso" que pagaste y arruinaron, sin acusar recibo alguno y mucho menos, sin hacerse cargo de nada. Y lo que es aún peor: si te quejas te dicen "vieja de mierda" ¿?...
A todos los atorrantes les digo: "el daño que me hacen lo resuelvo con dinero y con el tiempo, pero el daño que se hacen dañando se lo llevan a su suerte, que por cierto se les irá acabando cuando ya nadie los recomiende y muchos los deteste. Mi vida es quién soy, mi familia y mi hogar, que más allá de las paredes físicas, que podrás arruinar con tus brutas manos, jamás podrás arruinar las paredes del amor de quienes vivimos dentro".
Amigos: el antídoto de la impotencia es recordar quién eres y dar gracias por ello.


viernes, 8 de septiembre de 2017

EL DESTINO ES EL CONJUNTO DE TUS DECISIONES

Cuando somos adultos todo lo que nos pasa es producto de las desiciones que tomamos. Todo el tiempo estamos tomando desiciones. Decidimos a donde vamos, con quién nos encontramos, qué ropa nos ponemos, como hablamos, qué comemos, qué estudiamos, etc., etc. 
Digamos que el día es un montón de momentos de decisión y la vida es el resultado de esas desiciones. Porque aún cuando creemos no estar decidiendo nada, lo hacemos. Por ejemplo: no decidir renunciar a un trabajo que detestamos, es decidir quedarnos. Uno decide todo el tiempo, en cosas grandes y en las imperceptibles. Incluso cuando decimos que no pudimos elegir, hemos decidido no cambiar las cosas. Ya sea por miedo o por lo que sea, pero son las decisiones que guían el camino de nuestro destino. 

El destino no existe como un guión escrito por un Dios. El destino es el producto final, resultado de todas nuestras decisiones, grandes y pequeñas, a lo largo de los años. Por lo tanto uno decide ser delgada o ser gorda. Yo decido sostener una conducta frente a la comida acorde a lo que deseo para mi cuerpo. 


Cada vez que ponemos algo en la boca “estamos decidiendo”. Hay que estar atentos y darnos cuenta que esas pequeñas decisiones de cada día son las que construyen el cuerpo que tenemos.

Para ser delgados no hay que vivir en estado de privación ni sufrir. Solo hay que tomar buenas decisiones y seguir las reglas. Alimentarse bien es un trabajo y un acto de amor. Se que lo dije como si fuera fácil, pero una vez que instalas las reglas y las sigues, todo va sobre ruedas. 

Todo tiene un precio. La lámpara de Aladino no existe y estar en la queja toda la vida es agotador. Tú decides. Hazlo ahora y recuerda que cada vez que pones un bocado en la boca estás decidiendo.


AFIRMACIONES:

“Mi destino es la suma de mis decisiones”
“Ser delgados es una decisión”
“Yo decido lo que como”

TIP:

“Decide ser delgada y ajusta tus conductas acorde a ese deseo”.

“Ajusta tus decisiones al destino que deseas”

martes, 5 de septiembre de 2017

UN MUNDO DONDE TODOS HABLAN PERO NADIE ESCUCHA

Todos escriben, frenéticamente, en esos celulares cada vez más sofisticados. Con una necesidad cada vez mayor de "decir y decir", pero ¿escuchan?, ¿leen entendiendo las respuestas que les llegan?. Porque yo tengo la triste sensación de no ser escuchada, ni por mensajitos, ni personalmente. Veo una cara en frente mío que parece mirarme, pero luego me doy cuenta que no escuchó nada. Es tan frustrante!.
Me pasa hasta con el mozo, le pido puré de papa y me trae de zapallo. Me pasa con el arquitecto, le digo que lo quiero cuadrado y lo hace redondo, y así con casi todo el mundo. Será que nos hemos transformado en mutantes que solo toleramos hablar de nosotros mismos y escucharnos a nosotros y a nadie más?.
Desde que todos exponen sus vidas en las redes como protagonistas de un gran éxito, parece que se subieron los humos y ya no escuchan ni quieren hablar de nada que no sea de sí mismos.
Yo tengo miles de mensajes en mi celular en los que le digo, por ejemplo, al arquitecto, qué quiero y cómo lo quiero, me responde "OK", y podés creer que hace cualquier cosa menos lo acordado?, y luego niega todo aunque esté escrito!. Es decir que contesta sin "escuchar", ¿sin leer?, sin comprometerse ni con lo que responde. No se, pero algo malo está pasando. Vivo en un mundo de autistas que ignoran al otro, un mundo de sordos, o mejor dicho, para no ofender ni a los autistas ni a los sordos: un mundo de psicópatas que pretenden vivir y hacer como se les cante, lastimen a quién lastimen.
Esta gente destroza nuestras vidas, nuestras cosas y nuestras relaciones. ¡y cada vez son más!.
El jueves pasado, nos citaron en la prepaga, a mi y a mi esposo, por su discapacidad motora, para evaluarlo, porque necesita un acompañante que lo ayude a realizar sus actividades de la vida diaria, como vestirse, comer, etc. ¿Pueden creer que me llaman a los 5 días para decirme que lo citaban porque no se había presentado y que yo había ido sola?. ¡Una locura!, no solo que no lo escucharon sino que tampoco lo vieron!!
Bueno, gente, no perdamos la capacidad de mirarnos y escucharnos, porque se siente muy mal.
Hablemos menos y escuchemos más.
Yo sí te necesito-


TUGIMNASIA 015